Un whisky nuevo con profundas raíces francesas. Así es como describimos este whisky recientemente lanzado al mercado en dos expresiones Alfred Giraud Heritage y Harmonie. Presentado en Francia en 2019 e internacionalizado en 2020.
Alfred Giraud se describe a sí mismo como un whisky para aquellos que desafían las convenciones, se niegan a ceñirse a la tradición y toman riesgos en la búsqueda de la perfección. En mi opinión esta descripción hace referencia a sus orígenes. El whisky Alfred Giraud es la culminación del proyecto de Phillipe Giraud, 5° generación de una familia con más de 100 años en la industria del coñac. Desde la primera generación, Louis Giraud, como tonelero del coñac Rémy Martin pasando por generaciones involucradas en su elaboración, manejo y venta, hasta Phillipe quien cambia el coñac por el whisky.
El maestro mezclador encargado de darle vida a este whisky es Georges Clot, quien trabajó como maestro bodegero de Rémy Martin. Georges estuvo a cargo de la supervisión del coñac Louis XIII durante 30 años hasta su retiro en 2003. Años después, Georges Clot sale de su retiro y se une al equipo de Alfred Giraud en el 2014, para volver a colaborar con su maestro y amigo André Giraud (abuelo de Phillipe).
André Giraud desde joven trabajó junto con su padre Alfred Giraud como aprendiz de tonelero. En 1940 se une a Remy Martin y llega a ser maestro bodegero de 1960 hasta su retiro en 1990. Actualmente André Giraud, a sus 90 años funge como consultor para el whisky familiar y es el principal proveedor de madera para las barricas nuevas de roble que explota de su propia finca en la región de Limousine.
Hace unas semanas tuvimos oportunidad de hablar con Louis Chaignaud, amigo de la familia y promotor de Alfred Giraud en México. (Pueden ver la platica en nuestro IGTV Instagram). Louis es hijo de viticultor en el Coñac, Louis llego hace 9 años a México para trabajar en Pernod Ricard como encargado del desarrollo de las exportaciones de su rama de tequilas hacia Europa. Hace 4 años, abrió la oficina de Actium en México, una empresa fundada por Philippe hace más de 15 años y que representa distintas marcas de licores en Latinoamérica, siendo el puente para la distribución de Alfred Giraud.
Derivado de nuestra conversación sabemos que la botellas disponibles en el mercado en este momento pertenecen al primer lote producido por esta joven destilería y que están ansiosos de dar a conocer su producto. Es un whisky que en su lanzamiento ganó dos medallas de oro, en el International Spirit Challenge 2020 y en la competencia de San Francisco 2020. Así se ve reflejada la visión y ambición de la familia en crear un whisky de malta francés de lujo a través de lo que ellos han nombrado como The Giraud Way (el método Giraud).
"Traducir nuestro conocimiento del coñac, la combinación de nuestra experiencia y nuestra dedicación a la artesanía en whisky da como resultado un espíritu soberbio que honra el legado de nuestra familia, nuestro patrimonio y el savoir-faire francés. El Giraud Way abarca todos los aspectos de la creación del whisky; utilizamos nuestra experiencia en mezclas, la última tecnología y las mejores materias primas disponibles en Francia, incluida la madera de la silvicultura de nuestra familia y las antiguas barricas de coñac, para crear un whisky tradicionalmente diferente".
Pero este Giraud Way, ¿Qué significa?
En pocas palabras es el control sobre la cadena de producción. Durante nuestra charla con Louis, nos comentó que la cebada la obtienen de productores locales, la turba la importan de Escocia, ellos mismos realizan el proceso de malteado en la Malterie des Hautes Vosges y la sociedad que tienen con la destilería Saint-Palais les permite producir whisky en esta durante los 6 meses que descansa la producción de coñac. (El coñac sólo puede ser destilado durante 6 meses al año).
Hay una característica nostálgica en el whisky producido en la destilería Saint-Palais. Se destila en pequeños lotes en alambiques tradicionales de coñac de Charente (2500 litros) calentados a fuego directo. En Escocia el fuego directo fue prohibido hace años, de forma que sólo las maltas viejas conservan esta característica.
Quiero mencionar el detalle que más me llamó la atención sobre el proceso de producción de Alfred Giraud. Tradicionalmente el whisky se deja reposar los años necesarios para su maduración, pero en Alfred Giraud cambiaron las reglas, ellos realizan un proceso de reducción. Este proceso implica reducir gradualmente el contenido de alcohol a lo largo de los años, añadiendo una cantidad precisa de agua a cada barrica según sus características de añejamiento. Este es un proceso delicado que reemplaza el matrimonio. Efectivamente proporciona coherencia, equilibrio y control sobre el producto final, pero también arriesga cada barrica.
Finalmente, hay que destacar que Alfred Giraud es un blended de whisky francés. Por un lado, tenemos el whisky que ellos producen en Saint-Palais, el cual es madurado en barricas de coñac, barricas de vino, destilados locales y barricas nuevas, y por el otro la mezcla de sabores de múltiples maltas francesas. Esto da como resultado un perfil de sabor muy equilibrado y una buena experiencia, distinta al carácter escocés.
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